domingo, 25 de julio de 2010

¿Emo?

Recuerdo cuando mi mamá me decía “nadie se junta con ella porque siempre esta triste y aburre tanta depresión, la gente se cansa de estar con personas así…” y yo lo grabé tanto en mi memoria y siempre lo recuerdo.
Describirme como una persona triste me parece bastante extremista. Que solo escriba cosas pesimistas también me parece una mentira. Mis amigos me dicen que soy un emo por unos pequeños comentarios negativos que hago, y también por que generalmente tengo uno o dos días al mes en que no tengo ganas de hacer nada y tengo la posibilidad de no hacer nada. Siento que no puedo darme el lujo de sentirme triste porque sino perderé a todos mis amigos, la gente dirá lo mismo que repitió mi mamá. Y al mismo tiempo pienso porque me debe interesar lo que diga la gente y me respondo a mi mismo diciendo que no puedo vivir solo en la vida, tengo mi familia pero es algo diferente.
No poder demostrar tristeza cuando lo deseo me ha convertido en una mascara, muy parecida a la del Arlequín sonriente. Tampoco sería tan extremo como lo describo pero algunas veces pienso esto.
Una vez un compañero de facultad me dijo que parecía una maquina. Me sentí bastante mal. El lo dijo porque en esos tiempos se me había pegado lo de los porcentajes pero lo mismo me pareció que un poco tenía razón. No una maquina en lo referido a la cantidad de cosas que puedo almacenar sino por la falta de sentimientos que puedo demostrar.
Al igual que mi viejo tengo la mala costumbre de decir cosas que nunca haría, por eso estas palabras solo son pequeñeces de catarsis. Lo apocalíptico me dejó de gustar hace mucho tiempo así que hasta de mis mismas palabras me burlo. Por eso solo yo sé cuales son verdaderas.
Creo que estas palabras son las que en su mayoría se escuchan en las noches de mi cama. ¿Y porqué se la cuento a mi blog? Porque a una persona sería mas difícil de frente. Prefiero lo virtual que me da más posibilidades de mentiras piadosas y también lo posibilidad de la literatura para crear mundos tan bipolares como muy subjetivos. Justo en este momento de la escritura se me da de bromear así que me reiré de lo emo de forma emotiva.

sábado, 10 de julio de 2010

Sobre Charly y desmayos

Día. 9 de Julio. Conmemoración de la declaración de la Independencia. San Miguel Tucumán. El día comienza tranquilo, como cualquier día en el que no hay mucho que contar, solo saludarnos y sonreír. En otros lugares de la provincia hay diferentes eventos muy lindos para verlos por la televisión.
Eran las 16 cuando mi amigo Oscar me invita a su casa. Esta noche toca Charly! Hoy cumpliría años la negra! Es obvio que tomamos algo. Con mi amigo compramos un Fernet chico todo tranquilo. Conversamos con unas chicas amigas y empezamos a pensar como llegar a la plaza Independencia, cosa bastante difícil si solo andan dos colectivos por líneas y pasan repletos. Tomamos un remis o taxi dependiendo quien lea esto. Llegamos a la casa de un compañero. Este nos corrió porque estaba con su novia y quería privacidad. Vagando por la ciudad caminamos unas veinte cuadras y llegamos a la plaza. Pocos baños en el camino así que íbamos bailando hasta llegar a la radio donde trabaja mi amigo.
La plaza Independencia estaba repleta. Me encontré con más compañeros. Seba y Mario. Luego de dar vueltas por la plaza mientras cantaba Teresa Parodi. A mis compañeros mucho no les agrada la cantante a mi si, comenzamos el arte de empujar gente y que esta no se enoje. En este arte me destaco en creces así que yo era el que abría camino a mis compañeros.
Llegamos casi al frente del escenario. Se veía muy bien desde nuestra posición. Faltaban 20 minutos para que Charly tocara. Una chica en el camino se prendió de mi y no me soltó en todo el camino y cuando estábamos en el lugar nos agradeció pero lo mismo seguía agarrada a mi y a mi mochila. La gente se golpeaba mucho. Yo porque no tenía otra cosa que hacer la protegía y miraba el escenario.
Cuando estaba apunto de tocar Charly, mi amigo Mario se comienza a sentir mal. En el primer acorde de Charly se desmaya. Estaba muy pesado mi compañero. En la mañana había estado levantando ripio así que mis brazos estaban muertos. Hice el esfuerzo sobrehumano para cargarlo. Ya me desmayaba con Mario. Cuando le vi la cara pálida y cerrado sus ojos comencé a gritar y a patear gente para pasar. Un chico de la facultad, con el que nunca hablamos nos ayudó un montón. En tres cuartos de camino mis brazos dijeron basta y él me sustituyó, yo seguía dando patadas para pasar hasta que llegamos a un lugar despejado. Mario se recuperó en ese lugar. Después de 15 minutos ya estábamos bien todos. Agradecimos al chico que nos ayudó y vimos el recital de Charly.
Tocó muchas canciones. El sonido era el mejor. Estábamos lejos del escenario pero veíamos bien. Nos conformamos con una pantalla gigante. Al lado nuestro se desmayaron otras tres personas, unas por falta de aire y otras porque el alcohol ya era demasiado. Alrededor de ocho personas desmayadas cerca nuestro y no es que olíamos mal je.
Cuando terminó el recital, tiraron muchos cohetes. Los fuegos artificiales eran muy hermosos, coloridos y ruidosos. Todos quedamos maravillados. Y también preguntándonos cuanto habrán gastado en el show.
Alegres por el recital, caminamos hasta la radio con lo que nos quedaba de piernas.
Vamos a bailar! Decidimos ir a bailar. A Duende. Un Pub de Tucumán. Hace mucho tiempo que no bailaba, así que la pase bailando. No hice el intento de sacar a bailar a alguna chica porque no tenía ganas de ser “tachado” así que baile en la ronda con mis compañeros. Oscar ya estaba bastante molesto. Quiso sacar a bailar a un grupo de chicas. Estas se asustaron. Yo no paraba de reírme. Había una de ella que se acercó a él y le dijo de frente que nadie quería bailar con él. Yo me seguía riendo pero mas fuerte cada vez. Esa chica era muy linda y parecía tener un carácter fuerte, eso me llamó mucho la atención, pero en los boliches yo no puedo ganar nada, porque en ellos lo que importa es la primera impresión y yo como verán no tengo una buena primera impresión.
Llegué a mi casa rendido. Cantando “tantas veces me mataron…tantas veces me morí…”

viernes, 9 de julio de 2010

Por la ciudad...

Madrugada de miércoles. Karaoke en el bar Mithos de San Miguel de Tucumán. Con la mayoría de mis compañeras. Tenía muchas ganas de conocer el karaoke del amor pero nunca pensé que mis compañeras me iban a exigir cantar, y a mi no me gusta cantar cuando hay mucho público. No me gusta mi voz. Siento que soy un extranjero en todas partes porque mi tono no se asemeja a ninguno. Mi voz es bastante peculiar y la gente le gusta mofarse de la misma y eso no me gusta. Luego de un regreso a casa agotador por la caminata llegué a mi casa a las 5 AM.
Luego de dormir 4 hrs. me levante para ir de compras. Me compré una campera y un libro (“Los boys” de Junot Díaz) A las 11 am ya estaba yéndome a jugar al futbol al Munt. Todavía me duelen los golpes que me dieron en el juego.
La cartelera se dividía en dos. La Sinfónica de Buenos Aires o diferentes artistas.
Luego de dormir mí merecida siesta. Me dirigí a ver la Sinfónica de Buenos Aires. Cansado y todo decidí no perderme este espectáculo.
Fue realmente risorio ver que luego de 40 minutos ya me tenía que retirar del lugar. Luego de dos canciones se fundieron unos fusibles en la ex estación ferroviaria y tuve que retirarme, triste por la mala noticia.
Hace mucho tiempo que no camino de noche, solo, por los alrededores del centro de la ciudad. El paseo fue extenso porque caminé alrededor de 25 cuadras para ir al otro evento.
El tráfico en Tucumán cada vez es más espantoso. Me dieron pena las personas que manejaban. Taxistas enloquecidos que insultaban a conductores primerizos y algún que otro que nunca aprende. Taxistas muy irrespetuosos que en su peor versión escupían los autos que no avanzaban como ellos querían.
Siempre estaban los que querían pasar primero y también los que no sabían cuando pasar. Era de noche pero parecía de día.
Caminando se me acercó un chico con capucha. Tuve miedo y odio tener este miedo. Pero también no me gusta la palabra “odio”. No me gusta esta sensación de no confiar en nadie.
Continué caminando sin ningún percance. Esta víspera de la conmemoración de la declaración de independencia tenía colores bastante lindos. Fuentes con luces y prendidas, cosa que pocas veces sucede.
Llegué a la plaza San Martín donde se realizaba el otro evento. No había mucha gente pero parecía lindo. Alrededor del escenario y en posición semicírculo unas personas con palos y banderas del CCC que no sabía que significaban. Sus banderas no dejaban ver a las bandas que tocaban y eso me ponía de mal humor. Creo que confunden los momentos para protestar. Era un día de festejo y no de protesta. Yo no tengo problema con que protesten pero que elijan el momento. Después aparecieron los autoconvocados de la salud. Con sus bombos no dejaban escuchar la música, pero a ellos no les importaba. Y eso es propio de nosotros. No importarnos nada los otros.
El mal humor, el hambre y el verme solo hicieron que me fuera antes de tiempo. La víspera del 9 de Julio no resulto como esperaba pero fue lindo caminar por la ciudad. Puede ser que haya sido yo el de la mala suerte pero también es sabido que pocas veces los eventos salen a la perfección.

martes, 6 de julio de 2010

Interlocutor/a

En estos momentos me pongo a pensar para qué necesito un interlocutor. Escribo para poder sonreír al otro día y no sentirme completamente lleno de tantas palabras y sentimientos. Parece ridículo justificar algo propio de mí pero me hace sentir mejor.
Interlocutor imaginario. Yo escribo porque quiero expulsar sentimientos pero al mismo tiempo pienso que la escritura con sentimientos no es literatura por eso lo que te toca a vos, blog, son las sobras que no ingresan en mis cuentos y poesías….

jueves, 1 de julio de 2010

Sobre el conservadurismo tucumano

Resulta bastante molesto que a estas alturas de la vida en Tucumán se continúe con ideas tan conservadoras sobre diferentes temas. No solo sobre el casamiento entre personas del mismo sexo, sino también en varios otros aspectos de la vida cotidiana.
También resulta escandaloso que una profesora de nuestra carrera manifieste que digan lo que digan ella va a seguir pensando lo mismo (en cualquier esfera del conocimiento) pero no es solo ella sino toda la sociedad tucumana, que se encuentra sumida en una falta de interés sobre el otro y de la construcción del saber.
El otro día hablaba con mi vieja sobre los homosexuales y ella me decía que no le importaba lo que hacían si era de la puerta de la casa para adentro… y en ese momento decidí escribir sobre este tema.
En Tucumán en estos tiempos se pueden observar marchas a favor y en contra al matrimonio de personas del mismo sexo lo que me da a pensar porque no una marcha por el amor, por los derechos ajenos y por diferentes temas en los que somos prehistóricos a la hora de pensarlos.
He intentado hablar con muchos de mis compañeros sobre el tema. El resultado fue acaloradas discusiones. Nunca faltan los que toman todo en broma que por defender los derechos de los homosexuales me tildaban de uno, era difícil soportarlos pero por un tema no se pueden perder amistades. Esto también me hizo pensar en que la mayoría de nuestra provincia tiene esta idea en la cabeza bien arraigada.
Fui tratado de completamente liberal. Me decían algunos que después del casamiento cualquiera podía hacer cualquier cosa y demás. Lo que me ha llevado a pensar que la mayoría de los que sostienen la no promulgación de esta ley tienen una forma de pensamiento extremista, cosa que niegan a más no poder. Los pensamientos extremistas nos son cotidianos en este país. Las cosas se dividen en blanco o negro. Pensamiento estúpido además de ignorante.
Los conservadores se quejan de los “liberales” sobre la falta de autoridad, de reglas para regir la vida que proteja a la familia. Con respecto a esto ellos no entienden que no es una cuestión que después de promulgada la ley cualquiera podrá hacer lo que quiera. No es así.
Las reglas o las leyes no sirven sino dejan respirar a los hombres o mujeres. Todas las personas tienen derecho a casarse con quien quieran. ¿Casarse? En esto también hay polémica. Proponen que se le diga de otra forma a la unión de personas del mismo sexo. Pero eso sería como decirles ustedes no son personas de ahora en más se van a llamar “tetos” por decir cualquier cosa. Están denigrando a esa persona.
En otro momento continuaré con este tema que tiene muchas cosas que polemizar.